Mensaje de la paz

La justicia y el orden, que son los principios del ser, deben descender también a la Tierra y ahí obrar, influyendo sobre el mal y venciéndolo, en el choque de las fuerzas. De otro modo, Dios estaría solamente en el Cielo, y no presente y activo también en el mundo, entre vosotros, en medio de vuestras luchas. Él está allí precisamente para guiarlas, para que no se reduzcan a absoluta destrucción y caos, sin que sean instrumentos de construcción y de bien. Él las guía, para que las pruebas y los dolores del mundo redunden en el fruto que es la ascensión del espíritu, objetivo de la vida.

(Grandes Mensagens, cap. 6)

03
ene
1943