Roma, Instituto Masimiliamo Massimo

En el periodo de 1898 a 1900, la familia Ubaldi vivió en Roma, pues sus hijos mayores cursaban la universidad. A la época, nuestro autor estudió el ginesial en el jesuita Instituto Massimo.

La palestra de la vida en la escuela la encontró no en la enseñanza, sino en la convivencia con los alumnos. La escuela era palestra sólo en el sentido de la convivencia, de la cual la enseñanza era un pretexto cualquiera. Pues que toda convivencia es escuela. Entre los jóvenes se forma una clase social propia, toda una realidad de vida muy distinta de aquella oficialmente presumida y proclamada, incluso independiente, en contraposición con aquella de los adultos, de la cual está separada y en nada se le parece.

(…) Los muchachos disponen de recursos, son exuberantes, como los primitivos. La humanidad, tal vez, una vez estuvo constituida por adultos semejantes a nuestros jóvenes; tal vez la humanidad del futuro estará formada por jóvenes psicológicamente maduros como nuestros viejos.

(História de um homem, p.56-57)

26
ene
1897